Una familia comprometida con la salud

Fue hace 16 años que el lactoserum suizo llegó a la vida de esta familia. Tras un accidente, Virginia comenzó a enfrentar varias complicaciones: no podía caminar bien, no podía estar de pie por mucho tiempo, caminaba encorvada, utilizaba un bastón y los médicos le habían diagnosticado un envejecimiento prematuro en sus huesos… simplemente no había nada que hacer.

Al conocer su situación, una amiga le recomendó Lebasi para que le ayudara con sus problemas y ella decidió probarlo. Las mejorías no tardaron en llegar: sus huesos se calcificaron, dejó de depender del bastón y se sintió mucho mejor… Virginia cuenta que al comprobar por ella misma que verdaderamente el producto funciona, se motivó a distribuirlo porque quería que más personas se vieran beneficiadas.

Así fue como ella se convirtió en la primera de su familia que consumió y distribuyó el lactoserum suizo; más tarde, se le unieron su esposo José Antonio y su hija Tania, los médicos de la familia.

“Mi esposo me dijo: ‘préstame eso a ver sí es cierto’, porque me decía que yo tendía a exagerar los beneficios de Lebasi y que no estaba bien endiosar tanto un producto, pero terminó gustándole”, menciona Virginia y agrega José Antonio: “Yo también tenía principios de osteopenia y ya estoy bien, me ayudó mucho en mi estructura ósea. Además, pues yo me enfermaba muy recurrentemente de las vías respiratorias y ahorita ya llevo 4 años sin enfermarme. Sé que no sólo es Lebasi, pero sí es una parte fundamental”.

Lebasi como parte de tratamientos médicos

El señor José Antonio refiere que él lleva ya 10 años implementando el lactoserum suizo Lebasi como parte de los tratamientos que brinda a sus pacientes, algo que también realiza su hija Tania.

Recientemente, como parte de su actividad médica privada, comenta que han recibido pacientes diagnosticados con coronavirus o con la sospecha de tenerlo, y a ellos, además de los medicamentos, les prescriben Lebasi. Y aunque hace hincapié en que no es la cura, asegura que es parte fundamental del tratamiento que ellos dan.

“Lo hemos implementado como parte del tratamiento para el coronavirus. Hemos tratado, en promedio, entre 60 y 70 personas, enfermos o sospechosos, y a todos los ha sacado adelante. Es parte del tratamiento, no todo es Lebasi, por supuesto. Lo hacemos porque cuando las personas tienen coronavirus son inapetentes y dejan de comer, al no poder comer, se desgastan y se debilitan más, entonces Lebasi las continúa nutriendo”.

Antes, relata, sólo lo recetaban en ciertos casos, principalmente aquellos relacionados con desnutrición o anemia; sin embargo, desde que inició la pandemia, además de utilizarlo en los casos de coronavirus, lo prescriben para casi todos sus pacientes como medida preventiva, pues saben que este alimento ayuda a fortalecer las defensas del organismo.

“Con Lebasi tienes: dos cucharadas diluidas en un vaso con agua tres veces al día y las personas están saliendo. Además, lo hemos manejado como preventivo desde que nos enteramos de este problema [pandemia]. Empezamos a recomendarlo a todas las personas: adultos mayores, niños, diabéticos, hipertensos, con la finalidad de fortalecer su sistema inmune, aumentar sus defensas, lo aplicamos a nivel de prevención”.

José Antonio dice que, fuera de los beneficios económicos y en su salud, el recomendar el lactoserum suizo ha solidificado su prestigio como médicos, pues “el paciente confía en que lo que le vamos a recetar es confiable. Nos han ofrecido muchos otros productos, pero nosotros no queremos eso, porque lo que buscamos es que el paciente sane: el paciente que sana me va a traer otros pacientes, entonces mi carta de presentación es la gente que sana, por eso les recomendamos Lebasi, porque sé que vamos a sacar adelante a alguien”.

Las ventajas de este negocio

Mientras que su esposo e hija lo prescriben como parte de sus tratamientos médicos, Virginia vende el lactoserum suizo Lebasi en su tienda naturista, donde lo recomienda a todas las personas sin importar su estado de salud. Y es que, como el resto de su familia, está comprometida con la salud de la gente, pues eso fue lo que la motivó a distribuir este producto.

Ella menciona que esa es una de las ventajas que tiene Lebasi como negocio, que vendes un producto realmente bueno, que funciona, beneficia a las personas y que prácticamente cualquiera puede consumir. “Las acreditaciones que tiene también el producto nos ayuda. El que esté sellado y certificado le da credibilidad”.

Asimismo, menciona que la utilidad que les deja es muy buena y que les permite tener una economía favorable. Y eso solo con la venta directa del alimento, porque todavía se sumaría a sus ganancias los bonos que reciben por sus distribuidores inscritos.

Pero de entre todo lo que le llamó la atención a Virginia del negocio, resalta el seguimiento y asesoría que el corporativo Lebasi les da para desarrollar su negocio: “Nos brindan capacitaciones, revistas, publicidad. Tienen el cuidado de enseñarnos y capacitarnos, de tener esa atención para que avancemos económicamente y en conocimiento; es muy bueno el dominar el producto: qué hace, qué contiene. Y todo esto nos lo dan profesionales, como nutriólogos, no es cualquier persona la que nos capacita”.

A lo dicho por su esposa, José Antonio agrega que: “No nos están fregando con eso de alcanzar metas o de vender más, no nos molestan. Nosotros compramos nuestra caja y vendemos”.

Si quieres ser un empresario Lebasi como Virginia, José Antonio y su hija Tania, ponte en contacto:

  • Teléfono / 449 922 22 22
  • WhatsApp / 449 1110325 y 449 9222222
  • Página web / lebasi.com.mx
  • Correo / ventasweb@lebasigroup.com