Una solución para una bebé que no crecía

Para una familia, la llegada de un nuevo integrante es motivo de gran felicidad, pero también de incertidumbre. Desde la concepción hasta el alumbramiento, los cuidados que una madre debe llevar para que su bebé nazca saludable y no tenga complicaciones durante el parto forman una lista bastante nutrida. Y aunque en muchos casos suceden imprevistos, muchas mujeres buscan llevar su embarazo lo mejor posible para evitar la mayor cantidad de riesgos.

Un colaborador en esta tarea es el lactoserum suizo Lebasi, cuyos 41 nutrientes son benéficos no sólo para las mujeres embarazadas, sino también para los bebés en desarrollo. Prueba de ello, son Julia Olivia Ramírez Martínez y su hija Abril, quien actualmente tiene 9 meses.

Según cuenta July, como la conocen sus amigos, su embarazo había transcurrido de manera normal, sin ninguna complicación; sin embargo…

“Cada vez que iba con el médico a revisión, la bebé no subía mucho de peso. Hasta el séptimo mes, que fue mayo de 2019, Abril pesaba 655 gramos, por lo que el ginecólogo me decía que lo más probable era que cuando naciera, ocupara incubadora y que sería una bebé prematura”.

July, quien es licenciada en Nutrición, ya llevaba tres años consumiendo Lebasi y aun durante su embarazo, lo seguía consumiendo. De dos a cuatro cucharadas soperas al día era lo que tomaba, pero cuando se dio cuenta de la situación que enfrentaba su hija en desarrollo, decidió aumentar la cantidad: de 9 a 12 cucharadas soperas diarias.

July durante su embarazo.

“Yo ya iba muy seguido con el ginecólogo porque necesitaba estar checando al feto por la situación que se presentaba. Cuando aumenté la cantidad de Lebasi, empecé a notar los beneficios porque poco a poco ella comenzó a aumentar de peso y sus medidas. Eso en cuanto al bebé, pero también en mí noté cambios buenos en el cabello, la piel y las uñas”. 

Abril nació a los 8 meses y medio, con un peso de 2 kilos 340 gramos, que aunque es un peso bajo, ella no necesito de incubadora al nacer. Después del parto, July continuó tomando Lebasi como lo hacía regularmente (de 2 a 4 cucharadas soperas diarias) y al estar lactando a su hija, ambas se vieron beneficiadas por el lactosuero.

“Después del embarazo y durante la lactancia, presentas pérdida de cabello, de calcio y de varias cosas más. Por ejemplo a mí, en cuanto al cabello, no sufrí mucho de caída, casi nada. Tuve cambios buenos en la piel, en las uñas; y todos fueron súper rápidos y muy notorios. La recuperación de peso fue también pronto, ya que Lebasi contiene una gran cantidad de nutrientes, pero tiene muy pocas calorías”.

Para Abril, los beneficios estuvieron en “un mejor desarrollo cerebral, desarrollo músculo-esquelético, fortalecimiento de huesos. Y como también eleva el sistema inmunológico, muy pocas veces se ha enfermado. Todo esto porque los nutrientes de Lebasi son muy parecidos a los del calostro materno, que es lo mejor que le puedes dar a los recién nacidos”.

A los tres meses, la hija de July comenzó a ir a la guardería y aunque continuó con su lactancia, también inició a consumir fórmula láctea, la cual ya va acompañada del lactoserum suizo Lebasi, ya que su mamá confía plenamente en que este alimento seguirá abonando a la salud de su pequeña.

“Recomiendo Lebasi porque nutre a la mamá y al embrión, porque ayuda a tener un mejor desarrollo del feto”.